22 Abr 2013
Considerando que la búsqueda de la
paz con justicia social es un asunto que le concierne al conjunto de la
sociedad colombiana, nos encontramos cerca de 20.000 personas en el Congreso
para la Paz para mandatar en torno a una agenda, y el movimiento social,
que requiere el país para encontrar una solución definitiva al conflicto
social, político y armado que nos aqueja hace casi medio siglo.
Seguimos sosteniendo que la paz no
consiste únicamente en el silenciamiento de los fusiles. A nuestro juicio, no
podrá consolidarse una sociedad en paz sin los cambios necesarios que ataquen
de manera decidida las raíces del conflicto y sin revertir las acciones del
Estado que vulneran los derechos de los pueblos. Las graves problemáticas que
vive la mayoría del pueblo colombiano son factores que profundizan el
conflicto, por esa razón avanzamos en delinear una agenda social de paz planteada
en perspectiva de superar las condiciones de pobreza, desigualdad, marginalidad, impunidad y exclusión política que han
caracterizado al régimen político imperante, a través de la lucha organizada.
Esa agenda social de paz es expresión de los anhelos de las comunidades,
pueblos y organizaciones sociales que buscan una sociedad con una paz genuina
basada en la plena garantía de los derechos humanos y la construcción de un
país más equitativo.
Consideramos que no podrá
construirse la paz sin el concurso de los sectores sociales populares que hemos
padecido la guerra. Insistimos en que la salida al conflicto armado no le
compete solamente al gobierno nacional y las insurgencias, pues los sectores
populares también tenemos mucho que aportar en la construcción de paz. Si el
cese del conflicto armado requiere de consolidar una sociedad democrática, es necesario empezar por democratizar la búsqueda de
la paz.